Ya olvídala, no vale la pena. ¿Cómo no? Es la persona que más
feliz te hace en este mundo. Pero te hace sufrir, te hace llorar. Al contrario,
me hace reir, me hace soñar, encuentro cada uno de sus defectos algo hermoso,
siento por dentro un amor intenso hacia ella, gracias a ella vivo, sin ella no
existo. Te he visto llorar más veces de las que te he visto sonreír, siento que
estar con ella es masoquismo, es igual a todas las mujeres. Es la única mujer
en este mundo que me conoce perfectamente. Pero hay millones de mujeres. No en
mi mundo; en mi mundo, solo existe ella, estaré con ella cuando me necesite,
cuando ella quiera, cuando me llame, soy de ella.